C1 Capítulo 1

Capítulo Uno

"Voy a tener un bebé", soltó Annie de improviso, provocando que Ella, su mejor amiga, casi se ahogara con su jugo de naranja.

Annie se sintió aliviada de haberse sincerado con su mejor amiga, aunque tenía dudas sobre cómo reaccionaría. Había sido complicado mantener algo tan íntimo en secreto de Ella.

"¿Cómo que vas a qué?" exclamó Ella, atónita, sin apartar la mirada de Annie, que estaba sentada frente a ella.

Annie suspiró. Aunque sabía que Ella la había escuchado perfectamente, no le importaba repetirlo. "Voy a tener un bebé".

"Te escuché. Lo que no entiendo es cómo... quiero decir, entiendo cómo se concibe un bebé, pero ¿cuándo sucedió? No tenía ni idea de que estuvieras con alguien", expresó Ella, visiblemente confundida. Según sabía, Annie llevaba tiempo soltera.

Annie suspiró de nuevo. "No estoy con nadie y tampoco estoy embarazada, aún".

La confusión de Ella creció. Dejó su vaso, aún con jugo, en la mesita junto a ella, en el salón de Annie. "Espero que solo estés bromeando", dijo Ella.

Annie Davis negó con la cabeza. "Voy a tenerlo por inseminación. El procedimiento es mañana".

Ella no podía creer lo que oía. Abrió la boca para contestar, pero las palabras no salían. Su mente no lograba asimilar la razón detrás de la decisión de su mejor amiga.

Tras unos instantes, Ella habló. "Está bien, me rindo. Soy famosa por hacerte bromas pesadas, pero esto supera todo lo que te he hecho hasta ahora", dijo Ella, esperando que fuera una broma. Pero no estaba del todo segura, porque Annie se mostraba muy seria.

"Esto no es ninguna broma, Ella. Es algo sobre lo que he reflexionado y he tomado acción. He estado en contacto con mi médico y el proceso comenzó hace unas semanas. Encontré al donante de esperma ideal, me hice varias pruebas, he seguido el plan de alimentación que me recomendaron y he tomado los medicamentos prescritos. Confiamos en que el procedimiento sea exitoso en el primer intento".

Lamento no haberme abierto contigo antes. Necesitaba hacer las paces conmigo misma para estar segura de que esto era realmente lo que deseaba. Si te lo hubiera contado antes, habrías intentado convencerme de no hacerlo.

"Claro que habría intentado convencerte. ¿Qué estabas pensando, Ann? Solo tienes 27 años y ya estás considerando tener un bebé por inseminación. ¿Quién hace eso?"

"Yo lo hice", respondió Annie con un encogimiento de hombros, como si no fuera gran cosa.

Ella suspiró, pasando una mano por su cabello. "Aún eres joven, Annie. Eres inteligente, hermosa, atractiva, la persona más dulce y bondadosa que he conocido. No había motivo para que pensaras en eso. Tal vez no estés saliendo con alguien en este momento, pero estoy segura de que tu alma gemela aparecerá. Tendrás la boda con la que siempre soñaste y formarás una familia con tu príncipe azul. Solo necesitabas tener un poco de paciencia", explicó Ella.

"Deberías haberme creído cuando te dije que estaba harta de los hombres", afirmó Annie.

"Annie", Ella suspiró con frustración. "No todos son como esos patanes con los que has salido. Hay alguien especial esperándote".

"No quiero seguir pensando en eso. He tomado mi decisión. No me lo perdonaría si procedo con el tratamiento mañana sin habértelo contado. Por eso te lo estoy diciendo ahora".

Ella dejó escapar otro suspiro, ocultando su rostro entre las manos. Después de unos segundos de silencio, habló. "¿Te das cuenta de la enorme responsabilidad que implica criar a un hijo sola? ¿Estás segura de que estás lista para esto? Necesito saber que eres consciente de lo que estás haciendo. ¿Y si tu hijo crece y pregunta por su padre? ¿Qué le dirás?"

"Estoy convencida de que esto es lo que quiero y sí, estoy mentalmente preparada para asumir todas las responsabilidades. Nunca me imaginé criando a un hijo sola, pero así son las cosas. La vida está llena de sorpresas. En cuanto a la pregunta sobre su padre, no sé qué le diré, pero sé que enfrentaré esa situación cuando llegue el momento. Amaré a mi hijo con todo mi corazón y me aseguraré de que no le falte nada. Estoy lista para formar una familia; quiero tener un hijo".

Ella suspiró. "Si pudiera ver a alguno de tus ex en este momento, no dudaría ni un segundo en estrangularlos, especialmente a ese imbécil llamado…".

"Por favor, no digas su nombre", interrumpió Annie, refiriéndose a su ex más reciente, quien la había usado y le había roto el corazón. A Annie le llevó tiempo superar aquello. Llegó a la conclusión de que todos los hombres eran iguales o, tal vez, el amor verdadero simplemente no estaba hecho para ella. Por eso decidió formar su familia por su cuenta. Amaría a su hijo con todas sus fuerzas y esperaba que él le correspondiera con el mismo amor.

"¿No estás haciendo esto porque te sientes sola o por miedo a terminar sola?".

Una sonrisa triste asomó en los labios de Annie. "Estoy lejos de sentirme sola, especialmente con el trabajo que tengo. Te tengo a ti y a mis hermanos, que aunque son un fastidio, son cariñosos, así que sé que nunca estaré sola. Este bebé será el rayo de sol que mi vida necesita".

"Debes haberle contado a mamá. ¿Cómo reaccionó al saberlo?" preguntó Ella. El padre de Annie había fallecido cuando ella tenía nueve años. Su madre, Angela, se casó de nuevo y ahora tiene dos hermanos menores, Claire y Jayden; unos gemelos de catorce años que son un verdadero torbellino. A pesar de la diferencia de edad, Annie siempre había querido mucho a sus hermanos menores.

"Se alarmó tanto como tú. Preferiría que su nieto hubiera sido concebido de manera natural, pero al final respetó mi decisión.

"No hay nada que pueda decir para hacerte cambiar de opinión, ¿cierto?"

Annie negó con la cabeza.

Ella suspiró. "Supongo que debo empezar a mentalizarme para ser tía. Respetaré tu decisión y prometo acompañarte en cada paso que des. Cuenta con mi apoyo".

Annie sonrió. Se acercó a Ella, que estaba sentada, y la abrazó fuertemente. "¡Gracias!"

"No hace falta que lo menciones. ¿A qué hora es el procedimiento mañana? ¿Quieres que te acompañe?" A Ella no le importaba faltar al trabajo al día siguiente para brindarle todo su apoyo a su mejor amiga.

"9:15 de la mañana. Aunque me encantaría que estuvieras allí conmigo, dudo que a tu jefe le haga gracia que no te presentes en la oficina un lunes por la mañana." Annie sonrió con picardía, provocando un quejido en Ella.

Ella trabaja en una empresa de renombre. El dueño se retiró y dejó a su hijo a cargo, y desde ese momento, Ella no ha parado de quejarse de lo molesto que es.

"Dylan no es problema, Annie. Puedo sacar una excusa con él."

"No hace falta que te compliques, Ella. Estaré bien. Te contaré cómo me fue." Respondió Annie.

"¿Estás segura?" Preguntó Ella.

Ella asintió con la cabeza.

"Entonces, ¿eso significa que no vas a ir a trabajar mañana?" Ella le preguntó a Annie.

"Iré después de mi cita. Intentaré no esforzarme demasiado. Todo está en manos de mi médico. Si insiste en que debo reposar el resto del día, tendré que hacerle caso."

Annie era su propia jefa. Tenía un salón de belleza llamado Ann's Home. Además de ser esteticista y empresaria, también era youtuber. Comenzó a hacer videos en YouTube por aburrimiento y se convirtió en algo imprescindible para ella. Ann era conocida por publicar contenido increíble en su canal, lo que hacía que sus suscriptores siempre quisieran más. Aunque no era una youtuber de masas, le iba bastante bien.

"Tengo una amiga loca de atar." dijo Ella en voz alta.

Annie soltó una carcajada. "Yo también te quiero mucho, hermanita."