C12
CAPÍTULO DOCE
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"¡Dawddy!"
"¡¡Dawddy!!"
Las palabras atropelladas recibieron a Tremont en la habitación del pequeño, y segundos después, unos piececitos se precipitaron hacia él.
Tremont atrapó a Ryan en pleno vuelo cuando este saltó, desatando una oleada de chillidos y carcajadas. La risa de Ryan era tan contagiosa que Tremont no pudo evitar sonreír también