C8 Capítulo 8 ¿Eres tú ese hombre?

"No." Negó con la cabeza y afirmó: "Realmente soy...".

"¡Claro que sí! ¡Eres Joshua El Todopoderoso!" Hazel exclamó con impaciencia, "¿Qué te inquieta, Maestro Joshua? Con tus poderes y recursos sobrenaturales, podrías encontrarme incluso si intentara huir, ¿no es así?".

Joshua guardó silencio.

Había invertido demasiado tiempo buscándola y evitando ser detectado por otros. Ahora que finalmente la tenía frente a él, no iba a permitir que Hazel se le escapara.

A pesar de que ya sabía quién era la persona que buscaba y contaba con toda su información, Joshua deseaba despejar cualquier malentendido entre ellos lo antes posible.

Luego de inhalar profundamente, Joshua empezó a reprocharle: "No me reconociste, ¿y aún así decidiste seguir a un desconocido?".

Esa joven tenía destrezas para defenderse, pero se mostraba demasiado confiada.

Hazel se sintió ofendida. ¡Ese hombre era como un mal augurio para ella!

Se encontraba en una situación comprometedora sobre el escenario y alguien le tendió una mano. ¿Cómo iba a detenerse a identificar a su salvador?

"¡Tranquilo!" Hazel apretó los dientes, "¡No sucederá de nuevo!".

Joshua se inclinó, recogió el abrigo del suelo y se lo lanzó diciendo: "Cúbrete con esto por ahora. Mandaré a buscar algo de ropa para ti...".

Sin esperar a que terminara, Hazel se envolvió con el abrigo, abrió de un empujón la puerta de la oficina y salió disparada. Joshua se quedó mirando la puerta, sin palabras.

El abrigo le quedaba enorme a Hazel, suficiente para cubrir la mayor parte de su figura, por lo que salió precipitadamente sin vacilar.

"¿Acaso soy tan aterrador?" Joshua recogió el vestido de Hazel que yacía en el suelo.

Al fijarse en el cierre roto del vestido, las pupilas de Joshua se estrecharon súbitamente.

Alguien había manipulado el vestido antes de que se deslizara del cuerpo de Hazel. Eso significaba que le habían tendido una trampa. ¿Quién se atrevió a hacer algo así bajo su vigilancia?

Joshua extrajo su teléfono y marcó el número de Jaxson. "Jaxson, revisa las grabaciones de las cámaras de seguridad y fíjate si entró alguien sospechoso al vestuario."

Hazel regresó a toda carrera a los vestuarios. Ariel, al verla volver tan apresuradamente, preguntó con asombro: "¿Qué sucedió? ¿Dónde está tu vestido, Hazel?"

Sin responder, Hazel tomó su ropa del armario y se refugió en el probador para cambiarse rápidamente.

"¿Pero qué diablos pasó, Hazel? ¿De quién es ese abrigo que llevas?" Ariel estaba inquieta. "¿Te han atacado?"

"Estoy bien, Ariel", respondió Hazel con un dejo de desesperación. "El vestido que tenía puesto se rompió de repente. Alguien me prestó su abrigo."

No quería alarmar a Ariel, así que optó por no contarle todo.

"Vaya, eso sí que es tener suerte..." comentó Ariel, impresionada. "Menos mal que te topaste con alguien amable..."

"¿Amable? ¿De qué estás hablando?" Hazel se mostró irritada.

"Te echó una mano, ¿no es así? ¿O tenía segundas intenciones?" indagó Ariel.

Hazel se quedó sin palabras.

El "Joshua impostor" en efecto la había auxiliado, pero no parecía tener segundas intenciones hacia ella.

Dado que Hazel llevaba tan poca ropa cuando él la acorraló contra la pared, sus opciones eran limitadas. Si Joshua hubiera querido hacer algo, ella no habría tenido oportunidad de resistirse.

Sin embargo, lo único que hizo fue mirarle el pecho y no permitirle irse. Lo peor es que le mintió diciendo que era Joshua. No hizo nada más... ¡Pero aún así!

"Es un pervertido, eso seguro. Por suerte, supe reaccionar rápido", Hazel se mordió el labio.

Después de todo, él había abusado de la situación.

Hazel sintió que debía tomar represalias contra él de inmediato.

"Imposible... No puedo creer que haya un pervertido en un evento organizado por mi príncipe azul", Ariel se quedó pasmada. Luego añadió: "Hazel, deberíamos llamar a la policía."

Hazel frunció el ceño, convencida de que era mejor no involucrar a la policía. Después de todo, aquel tipo era un maestro de la palabra, capaz de hacer pasar la noche por día. Y, para colmo... no había hecho nada en concreto.

"¡Prefiero tomar venganza por mi cuenta!" Hazel apretó los dientes con determinación. "Recuerdo que compraste un spray de defensa, ¿lo traes contigo hoy?"

"Sí, lo tengo. ¿Pero qué piensas hacer?" Ariel preguntó con inquietud.

Hazel se había cambiado de ropa y, mientras sostenía el abrigo de Joshua, una idea cruzó su mente.

"¡Debemos apresurarnos!" exclamó Hazel. "Ariel, esta vez necesito tu ayuda."

Joshua seguramente seguía por allí. No habría podido ir muy lejos si es que se había ido. Era urgente actuar.

Jaxson se aproximó a la puerta de la oficina para entregarle un abrigo a Joshua.

Hace poco le había llevado unos pantalones y ahora un abrigo. Jaxson no podía dejar de preguntarse qué estaría pasando con Joshua últimamente. ¿Qué sería lo próximo? ¿Que le pidiera entregar un atuendo completo?

Alguien lo llamó justo cuando Jaxson llegaba a la puerta.

"Señor, por favor, un momento." Era Ariel.

Jaxson se detuvo y examinó con detenimiento a la mujer frente a él, así como el abrigo que llevaba en las manos.

Jaxson reconocía perfectamente el abrigo; era de Joshua.

¿El presidente se había despojado de su abrigo por esta chica? No parecía nada fuera de lo común.

Ariel, con el abrigo en sus manos, devolvió la mirada a Jaxson con igual curiosidad.

"Recién conocí a una chica que tenía su vestido roto. Por suerte, un alma caritativa le ofreció su abrigo para ayudarla. Pero ella no puede venir ahora, así que me pidió que lo devolviera. ¿Es este abrigo de su propiedad?"

Entonces, no fue por esta chica que el señor Presidente se despojó de su abrigo.

Jaxson no podía determinar si se sentía decepcionado o no.

"Pásame el abrigo", solicitó Jaxson extendiendo su mano. Dado que la chica desconocía quién era Joshua, él no tenía intención de revelarle su identidad.

"¿Usted es ese hombre?" inquirió Ariel con un tono de sospecha.

"Sí, entrégamelo", insistió Jaxson.

En el momento en que Jaxson tomó el abrigo, Ariel alzó súbitamente su mano derecha.

Con la vista obstruida por el abrigo, Ariel activó el mecanismo de su spray de defensa.