Persiguiendo a la feroz heredera

Él le robó su primer beso en su primer encuentro, y ella lo tachó de pervertido y arrogante. Sin embargo, su franqueza capturó su interés, a pesar de los riesgos que ello implicaba.
Organizó un concurso de gestación subrogada para atraerla hacia él. Ella no tuvo otra opción que participar en el concurso, solo para descubrir que él era el mismo hombre al que había dado una lección inolvidable.
Cayendo en la trampa de este multimillonario sin escrúpulos, decidió jugar su juego y se convirtió en su esposa. Los oscuros secretos de él se revelaron gradualmente, arrastrándola y sumergiéndola en un abismo sin fondo. De pronto, él desapareció de su vida, pero otro extraño llegó. Ella sintió su calor y compartieron un beso.
Lágrimas cálidas empezaron a deslizarse por sus mejillas, humedeciendo el paño blanco que las cubría.
Al sentir sus lágrimas ardientes, él entró en pánico de inmediato.
No sabía por qué, pero no soportaba verla llorar.
"Amor, no llores..." La soltó, acariciando su cabello con delicadeza. "No te tocaré más, ¿está bien?"
Ella lloró con más fuerza y entre sollozos dijo: "¡No hables!"
"¿Por qué?" Él se quedó desconcertado.
Mordiéndose el labio con ternura, no pudo evitar decir: "Cuando hablas, tu voz... se parece tanto a la de él..."
Él era tan atento y cariñoso con ella. Al oírlo hablar, ella podía jurar que no era otro, sino su esposo Joshua quien estaba a su lado. Hasta sus besos eran increíblemente similares...
No fue hasta ese momento que Hazel se dio cuenta de cuánto extrañaba a Joshua. Sin su compañía, cada día de espera se convertía en una eternidad.
No temía esperar. Aunque tuviera que hacerlo durante mucho tiempo, lo valoraría. Pero lo que realmente le aterraba era la idea de que quizás nunca volvería a verlo, aunque lo esperara toda la vida.
¿Descubriría la verdad que se ocultaba tras este enigmático personaje? ¿Podría perdonarlo si descubría que había orquestado un juego perfecto llamado AMOR y VENGANZA?