Destino Sombrío

Los clanes, los vampiros e incluso los brujos existen, el hecho de no verlos no significa que no estén ahí. Eso es lo que repite siempre Leonard, mi primo. Yo no soy como él, pienso que todo eso es fantasía sacada de películas pero el día que fuimos de campamento todo cambió, Leonard desapareció, fui secuestrada y nos vimos involucrados en una guerra que no era nuestra
-¡Ey¡, devuélveme el móvil idiota- le grito al tipo que me lo ha quitado.
-sin insultar- oh mierda es el, este sitio es tan oscuro que apenas puedo ver.
-estuviste a punto de coger la llamada pero no voy a cometer errores- me dice.
-pues lo cometiste, al no darte cuenta de que llevaba un móvil, ¿en qué siglo vives? -maldición, tuve el móvil todo el tiempo y ni siquiera me acordé, pude haber llamado a la policía, me doy miles de palmadas mentales, soy una idiota.
-pero no volverá a suceder, ahora debo registrarte por si tienes algo más- se acerca a mí y cuando va a poner sus manos sobre mi pierna le pego una patada en el brazo pero esta vez lo ve venir y me agarra la pierna.
-suéltame- le grito y forcejeo.
-definitivamente eres una fiera pero o pones de tu parte o te mandaré a dormir de nuevo, créeme que puedo hacer cosas peores- me amenaza, y en este punto no sé qué hacer.