Ella lloraba al ver a su familia muerta, sus manos estaban llenas de sangre mientras le gritaba a su pequeña hermana que no cerrara sus ojos. Debió de haber salido de dónde su hermano mayor la escondió, él había salido en busca de la menor de la familia, pero los malditos asesinos no le dieron tiempo y ahora estaba sola. —Millie — ella inmediatamente oyó la voz de su hermano y con mucho cuidado soltó a su hermana para correr hasta él, su padre tenía varios balazos por todo el cuerpo, al igual que estaba lleno de golpes, con su hermana y madre fueron menos sangrientos, le dispararon directo en la cabeza. —Mike, hermano, aguanta por favor, no me dejes sola — Millie estaba desgarrada. —Tienes que huir, escóndete en algún lugar. — de su boca salía sangre cada vez que pronunciaba alguna palabra. —¿Por qué? ¿Quién ha hecho esto? — Mike estaba cayendo cada vez más en la oscuridad. — Rush — fue lo único que salió de su boca antes de cerrar sus ojos. Millie sabía que debía huir, pero no podía, tenía que vengar lo que le habían hecho a su familia, no podía huir toda su vida, los haría pagar con lágrimas de sangre a todos y cada uno de los que pertenecían a esa familia.