El esposo del Emperador
El esposo del Emperador
Cuando Tae Young despertó lo primero que vio fue un techo blanco, y tuvo a alguien refiriéndose a él como “majestad”, así como personas dispuestas a cuidarlo todo el tiempo como si fuera una frágil flor. Tae Young recordaba bien cuál fue su último momento antes de despertar ahí, porque estaba seguro de que él no tenía sirvientes, ni un hijo, ni se llamaba Tae Ho y mucho menos era el esposo del emperador, ¡esa definitivamente no era su vida!
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Románticas
Cayendo en El
Cayendo en El
Tengo novio, Tengo novio, Tengo un jodido novio. Eso me repetia a cada segundo los cuales aun permanecia en la fiesta de mi novio, en una reunión para celebrar su cumpleaños, donde su familia esta, toda su familia esta......incluido él. Intente olvidarlo, lo intente con todas mis fuerzas pero fue imposible lograrlo, mucho menos cuando tenia a su hermano menor como mi novio, solo verlo a los ojos lo recuerdo a él y eso que nunca paso nada entre él y yo, no más de leves palabras o miradas serias. Pero el era el motivo de mis más oscuras y deliciosas fantasias, de ser gay, todo es culpa de él......pero claramente el no lo sabe. Pero un error por parte de mi novio cambió todo, me cambio a mí, lo cambio a él y sus miradas cambiaron, sus labios me llamaban a entregarme a un pecado infinito al igual que la oscuridad en sus ojos, una oscuridad que me hace temblar de deseo. No creo poder resistirme a él.
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Románticas
Me Perteneces Pequeño
Me Perteneces Pequeño
La vida nunca había sido tan dura, para Ryan teniendo una madre muerta, un padre alcohólico y un hermano mayor que no quiere ser encontrado parecía ser la cuspite de su miseria. El día que huyó de su casa buscando una nueva vida parecía que todo iba a mejorar ¿qué podría ser peor que un padre alcohólico que absorbe cada centavo de sus bolsillos? Ellas ya no eran suficientes, para Edgar la vida estaba haciéndose aburrida, las mismas mujeres, las mismas salidas, su ánimo estaba tal cual su tosca actitud, era momento de un cambio...o de una nueva adquisición. Ser vendido debio romper su tierno corazón ¿qué sentirías tú al ser inesperadamente vendido? Más cuando dicho dueño no quiere más que tu cuerpo, pero, por propia entrega. Pero... ¿Qué pasa cuando las caricias se hacen necesarias? ¿Cuándo los besos sean adictivos? ¿Cuándo las ganas por ese cuerpo sean más que ganas? ¿Cuándo ya no busques la forma de solo follarlo y pienses en maneras de hacerlo feliz? Luego de la tormenta aparece el arcoíris, pero ¿y si la tormenta te gustó? Solo ellos sabrán el final.
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