Su humano cónyuge

Amanda estaba agitada mientras su mente se aceleraba al considerar la desesperada situación en la que se encontraba su familia. La vida de su hermana pendía de un hilo y su padre estaba dispuesto a hacer un trato con un peligroso prestamista. El peso de su carga financiera parecía insoportable y Amanda no podía evitar recordar la conversación que había tenido antes con Kylie sobre vender su virginidad. La idea inicialmente había sido una broma, un pensamiento fugaz que cruzó su mente. Pero ahora, enfrentada a la necesidad urgente de dinero, comenzaba a verse como una solución potencial. En lo más profundo de su ser, sabía que era una decisión drástica y controvertida, pero el pensamiento de salvar la vida de su hermana la empujaba a considerarlo seriamente.