Éramos dos mellizas idénticas recluidas en un internado que aparentaba ser muy correcto y tener el adecuado ambiente que nuestros padres aprobaban para sus virginales pequeñas. Pero bien dicen que las apariencias engañan. Y en " La dimension " había muy poco de corrección y demasiado de desenfreno. Con la idea de apartarnos del camino de la perdición , ellos no hicieron otra cosa que lanzarnos dentro del caldero de la lujuria en su máxima expresión. Y allí perdimos mucho y ganamos todo